Los Pajes de los tres Reyes Magos de Oriente

    Hay un momento en la vida de una madre y de un padre en que debe responder a ciertas preguntas de sus hijos e hijas... Una de ellas es:

    — “¿Existen los Reyes Magos?”

    La cosa suele empezar por algún comentario del tipo "en mi clase hay un niño que dice que los Reyes Magos no existen…"  y ahí te dejan la bomba, a punto de explotar... y tú sin saber si cortar el cable rojo o el azul.

    Esta sencilla historia te puede ayudar en tan tremendo trance. Se puede contar de palabra, o imprimirla en letra "de historia" y dejarla en un sobre, también "de historia" con el resto de los regalos, el 5 de enero por la noche, para que él/ella la descubra y la lea.

    Cuando el Niño Jesús nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:

    — ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.


    — ¡Oh, sí! —exclamó Gaspar—. Es una buena idea, pero muy difícil de llevar a la práctica. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo.


    Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:


    — Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito...


    Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y su voz se escuchó en el portal:


    — Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros regalos. Por eso os voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños del mundo?


    — ¡Oh! necesitaríamos millones y millones de pajes... Nos haría falta un paje para cada niño, para que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa todos nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos... Además no puede ser paje cualquier persona. Para ser paje es necesario cumplir varios requisitos, entre ellos querer mucho a los niños y conocer bien sus deseos.


    — No os preocupéis por eso –dijo el Niño–. Yo os voy a dar no uno, sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.


    — ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible?—, dijeron a la vez los tres Reyes Magos con cara de sorpresa y admiración.


    — Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños?


    — Sí, claro, eso es fundamental—, asintieron los tres Reyes.


    — Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?


    — Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje— respondieron cada vez más entusiasmados los tres.


    — Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?


    Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que el Niño Jesús estaba planeando, cuando su voz de nuevo se volvió a oír:


    — Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban regalos, yo ordeno que en Navidad, conmemorando este momento, todos los padres del mundo se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia. De esta forma, los hermanos mayores serán también pajes de los Reyes Magos de Oriente con sus hermanos pequeños, y más adelante serán pajes, enviados directos de los Reyes Magos de Oriente, cuando se hagan mayores y tengan hijos.


    Y desde entonces, de acuerdo con el deseo de Jesús, el Niño Dios nacido en Belén, los padres y las madres de los niños y niñas de todo el mundo, se convierten en los pajes de los tres Reyes Magos, y entregan a sus hijos, en nombre de los Magos de Oriente, los regalos que sus hijos e hijas desean y se merecen. Y así seguirá siendo por los siglos de los siglos...



    José A. Cantarero, un niño "mayor" que cada año espera con mucha ilusión la llegada de los Reyes Magos de Oriente ===> www.facebook.com/josigno